Autor: MANUEL
VERON DE ASTRADA
(Enlace a datos biográficos y obras
En la GALERÍA DE LETRAS del
www.portalguarani.com )
EL CORAZÓN DE MI PUEBLO
Cada canción en mi pueblo
es un pedazo del alma,
que, sea suspiro o llanto,
siempre es clarín y bandera.
Si el alba es rosa encendida,
y terso diamante el lucero,
un corazón es mi pueblo
que se derrama por dentro.
Un corazón escarlata
en palpitante optimismo,
que en busca del nuevo día
sólo el crepúsculo alcanza.
Un corazón es mi pueblo,
dulce, profundo y bizarro,
que ha de prender la mañana
en un oriente risueño.
Ha de nacer la mañana
de una matriz de armonía,
colgando de su alto mástil
la libertad por enseña.
Este es el único sino
digno del gran corazón,
que hace tres siglos tendidos
no halla sosiego en su brega.
Para grabar en la historia
sus ocho letras en sangre,
y reafirmar su destin
como un astil de tormenta.
Pueblo, mi pueblo amado,
es tan pequeño mi canto,
es tan delgada mi voz
que no ha de alcanzar tu cimera.
Con todo, tómalo y ponga
por puro, limpio y sencillo.
Como un escudo en su pecho
y una guirnalda en tu frente.
Marzo 1º de 1954.
En: Diario "La Tribuna", no reunido en volumen.
ANTE LO IMPONDERABLE
(Como un astro singular surgió en el Paraguay
un hombre luminaria.
Para él este poema).
En tu pequeña patria
con dimensión de sangre y de martirio,
eres la voz de mando;
el verbo que disipa las tinieblas
y sustenta la fiebre del combate.
No sé si tienes la medida del genio,
que es la prolongación del día
más allá de las sombras.
Pero tu estatua prócer
con corazón de brasa,
con voluntad de roca
y con cabeza íntegra
como la peña augusta,
que acribillan las olas para quedar más tersa,
tiene el volumen símbolo
del hombre que no muere,
porque encarnó su suerte
en el ancho destino de su pueblo.
Nadie como tú desdeñó la vida
por amor a su patria encadenada.
La muerte te buscó por los caminos
ciñéndose a tu sombra;
pero su paso aleve sorteaste,
porque lleva en tu frente de elegido
la benéfica estrella, cual diadema.
¡Y seguirás viviendo!
la patria te reclama
para dejar al cabo su envoltura:
un desierto con árboles y ríos
una expresión geográfica sin luces.
Alguna vez... tal vez muy pronto,
en unidad dinámica tu pueblo
y al frente los obreros,
se hará la tierra grande
de puños levantados, la libertad al tope.
¡Hombre uno y total en todo tiempo!
No importa que el cañón atruene,
y la metralla escupa su baba de estertor,
de muerte y agonía,
y los lebreles sueltos busquen su presa humana
con olfato de caza, tras los claros patriotas.
Tú estás en todas partes;
prolongando tu brazo como espada,
para marcar la ruta
y seguir caminando la esperanza.
El sosiego para ti no existe,
ni las vacilaciones de los débiles;
tu límite cabal es el combate
en medio de la noche y la borrasca.
¡Camarada indomable con pies de multitudes!
Aunque mi voz no alcance
la catedral gigante de tu planta, yo te saludo
con el presentimiento de las transformaciones,
con el alba vecina de la liberación...
Creada en: 1947.
EL GIGANTE APRISIONADO
El que quiere la tierra para todos los hombres;
el que quiere el océano y el inmenso horizonte
de la vida al servicio redimida y feliz.
El que quiere en su pueblo despertar los luceros
y apagar las tinieblas penetradas de sangre,
tiene tan poco espacio donde morar su cuerpo.
Tan grande el taumaturgo que no cabe en la cárcel
y tienen que apretarlo entre cuatro paredes
para que nadie palpe su carne de promesa,
para que nadie escuche su lengua de doctrina.
Todo él es una yesca en potencial premura
que a su menor contacto puede estallar la chispa.
Pero todo es en vano, el pueblo lo custodia;
un millón de miradas paraguayas lo buscan,
un millón de cabezas piensan en su martirio,
y una selva de puños proletarios lo aclama.
Es el abanderado de la verdad, y es ella
como el incoercible patrón del horizonte,
que si en una faceta la sombra le ha cubiert
por la otra parte brilla con más bello fulgor.
¡Oh prócer de la idea redentora y fecunda!,
que sangraste tus sueños, tu juventud y el oro
de tus mejores años
por amor a la causa de la clase oprimida.
¡Nunca eres tan grande como cuando pequeñito
te aprietan entre cuatro paredes de la celda!
Asunción, setiembre de 1950.
Publicado en: Banderas en el alba. Ricardo Granda. editor.
Fuente: POESÍAS DEL PARAGUAY – ANTOLOGÍA DESDE SUS ORÍGENES. Realización y producción gráfica: ARAMÍ GRUPO EMPRESARIAL, Dirección de la obra: OSCAR DEL CARMEN QUEVEDO. Recopiladores y autores: RAÚL AMARAL, MARÍA BARRETO DE RAMÍREZ, AÍDA ORTÍZ DE CORONEL, ELA RAMONA SALAZAR S., RUDI TORGA/ Tel. (595-21) 373.594/ arami@rieder.net.py – Asunción/ Paraguay. 2005. 781 pp.).
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