EL PAÍS QUE MERECEMOS

por FIORELLO BOTTI

Editorial Servilibro, Asunción-Paraguay, noviembre 2001

Un ejemplar del libro pertenece a la Colección del Portalguarani.com.

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BOTTI, EL HOMBRE: Una vez más el tema de composición es un libro de Fiorello Botti. Y debo decir algo. Siempre, cuando Botti presenta un nuevo libro, quiero decir algo, aunque a él no le guste.-

** No sé si Botti es sólo humorista, dibujante, periodista u hombre de la calle que nos mira con la cámara oculta de su imaginación, detrás del pedestal de su propia estatua y después de grabar en el video-casete de su memoria, dibuja la estampa desgarbada del transeúnte al que le hace decir el bocadillo absurdo o el retruécano brillante, con lo que llega a lograr un humor irónico, a veces cruel, con esa impiedad propia del acierto auténtico de lo espontáneo.-

** Hasta allí, y no más allá, ese es el Botti de las épocas del chiste para siempre, capaz de generar frases hechas y lugares comunes como aquel "ciento ocho", que no me podía explicar en mis primeros años de extranjero analfabeto total del lenguaje dialectal de los asunceños.-

** Esto, que no es un prólogo ni un epílogo, vaya donde sea entre las páginas de este libro. Tampoco es el utílogo, que debiera escribir el autor, ya que Botti escribe, por lo menos siempre le he visto escribir sus chistes y crear la frase exacta en el momento oportuno, esto, como digo, no es nada, puede ser un apunte para captar el parecido de un retrato, como tal vez lo haga él mismo cuando dibuja caras de gente, con esa puntualidad del retratista, que supera al fotógrafo, posiblemente porque sus figuras tienen alma.-

** No me gustaría ser un admirador de Fiorello Botti, porque detrás de todo aquello está el hombre, con sus enojos, con sus riñas consigo mismo, con sus soledades y sus angustias, sus muchas penas y sus, tal vez, limitadas alegrías. Y Botti se hizo hombre, por lo que yo puedo deducir viendo y leyendo y sabiendo sin saber mucho más de lo que los demás aprenden viajando y estudiando. O no aprenden, porque Botti puede conocer un detalle de la estatua de la Libertad que el viajero no ha visto, o conocer sin conocerla una calle de París donde no estuvo nunca, pero él sabe que allí está la casa de modas que fue de Cocó Chanel.-

** Botti está en el detalle del busto que se encuentra en un bar de Brooklin, propiedad de un boxeador que le ganó a Luis Ángel Firpo, el argentino que peleó con Dempsey, allá por los años veinte. 0 puede estar en cualquier otra cosa, porque lo leyó cuando él era chico y su abuelo construía ese solar que está en la esquina de Colón y Ygatimí. ¿Cómo no va a saber?.-

** A lo mejor don Fiorello, como le llama una amiga común, es la memoria viva de una época, tal vez porque Botti, el hombre, pertenece a un tiempo en que había que analizar para sobrevivir, así como vivir para analizar, estar al tanto de las cosas y ser uno mismo, no ser uno del montón.-

** Alguien dirá algún día, que Fiorello Botti es un hombre del siglo XX. Un personaje de nuestro tiempo. ¿0 no?. - GUILLERMO ARES.

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